Quizá alguna vez quisiste besarme tanto como yo a ti.
Puede que en algún que otro abrazo dejara de serte indiferente. Me encanta
pensar que, a lo mejor esas miradas dijeron más que cualquier palabra que
pudieras pronunciar… y eso que me encanta cuando dices mi nombre.
Dulcemente breve...
ResponderEliminarCiertas cosas no se leen, se sienten.
Y yo, lo he sentido.
No dejes nunca de (escribir) sentir.
Mil gracias.
EliminarSi pude hace sentir ya estoy más que satisfecha; soy bastante visceral y no me cuesta demasiado trabajo describir sensaciones...
Espero que tú tampoco dejes de escribir jamás.