martes, 12 de febrero de 2013

"La vie en rose" solo ese día...


Otro año más llega el 14 de Febrero. Para los más despistados: San Valentín. Sí, esa pequeña “festividad del amor” inventada para ganar más y más dinero; pero, como todo.

Ya se ven esas caras de ilusión expectantes ante los regalos que están por venir por parte de sus respectivas parejas. Que si un ramo de flores, una caja de bombones, un osito de peluche, un perfume, un libro… Reconozco que la idea del libro no está nada mal, ni la de regalar chocolate; pero seamos sinceros: ¿es necesario esperar a que llegue esta fecha para acordarnos de esa persona tan especial que está a nuestro lado o que quizá queremos que lo esté pero no es así? Para eso tenemos todo el año. En vez de regalar un ramo de rosas, regalemos besos de verdad a diario y gestos de cariño; nada de ir rápido a todos lados  y de no tener tiempo para nada. Rectifico pues mi modesta recomendación: regalemos nuestro tiempo. Entreguémonos en cuerpo y alma, aunque solo sea un rato a la otra persona. Decirle que la queremos como a nadie  es lo más bonito que podemos hacer; aunque de vez en cuando un regalo tampoco está nada mal, a todos nos hace ilusión.

En definitiva, que reconozco que es muy bonito tener a alguien que se acuerde de nosotros o de encontrarte con que alguien está enamorado de ti en una fecha en concreto, pero si sucediera en cualquier día inesperado conseguiría salvarnos de los días grises que parecen todos iguales. Pero en fin, yo no soy una chica a la que le guste la rutina; supongo que habrá a quien le encante o no sepa desenvolverse sin ella.

Y quizá pienso así porque no tengo quien me regale ni a quien regalar. O puede que realmente, pase de todo esto.

2 comentarios:

  1. ¿Pero existe alguien en el mundo a quien realmente le guste la festividad de San Valentín, sobre todo alguien sin pareja? A mí, personalmente, me parece no sólo un día dedicado completamente al consumismo y todos esos rollos, sino también algo del todo VOMITIVO. Y ya.

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    1. No podría estar más de acuerdo contigo, se nota que nuestra sociedad es materialista y fría. Aunque bueno, supongo que así nos va. Supongo que los enamorados que se regalan entre ellos lo hacen de corazón, pero va, ni me van a regalar ni pienso regalar... como ya viene siendo costumbre.

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