sábado, 25 de enero de 2014

Enferma de realidad

Hay heridas que no sanan, no...
de ellas sigue brotando la sangre,
tal y como el primer día,
infectadas por un mal que sigue ahí.


Por un momento, me imagino lejos,
en cualquier otra parte del mundo,
correteando desnuda bajo la lluvia
curando heridas bajo el agua.


Sueño con abrazos, con tu piel y la mía,
con sonrisas que no se rompen
al contacto con la realidad,
y mis ojos se vuelven tristes.


La burbuja del sueño se rompe y yo,
yo caigo de nuevo a mi mundo, al real,
a mi cuarto con las luces apagadas
y la ventana abierta, mirando las estrellas.


A menudo me pregunto, lo mismo:
si podrás ver las estrellas,
si ellas también te harán soñar
y, por qué no... si pensarás en mí.


martes, 21 de enero de 2014

Frío en la sangre

Volví a caminar sola por la ciudad, con el ánimo empapado y la sangre congelada. El tiempo había pasado y los sentimientos no se había deshecho, pero sí habían sufrido transformaciones importantes. Amor... el amor se había enfriado, ¿cómo iba a mantener la llama encendida si el viento y la lluvia arremetían contra mí?; las migajas de amor no sirven para encender hogueras y ya ni quiero ni puedo mantenerlas encendidas.