Pude notar cómo su pesar desaparecía al contacto con el
agua. Y sentí ese calor que se siente cuando la felicidad te toca. Cerré los
ojos, apoyé la espalda contra la pared y se me escapó de entre los labios una
sonrisa.
Decidí entonces que me encantaría salir de la bañera y
que “sin querer” se me hubiera olvidado la toalla, la bata, el pijama, la ropa
interior, los calcetines: todo. Saldría del cuarto de baño desnuda y caminaría
por la casa descalza. Se me pondría la piel de gallina al contacto con el frío,
pero eso da igual. Seguiría avanzando, sin detenerme. Me miraría en todos y
cada uno de los espejos que antes parecían escupirme y me pararía a observar
todas y cada una de las cosas que no me gustan de mi físico. Las acariciaría
muy suavemente y susurraría: “me quiero”…
Llegaría a la puerta y no dudaría en abrirla. Saldría a
la calle, apenas iluminada por unas farolas. Notaría un picor en la espalda;
instintivamente me rascaría y al forzar un poco la piel, empezarían a aparecer
plumas. Nacerían unas nuevas alas que aprendería a usar en el momento. Volaría
durante toda la noche, todo el día; todo el tiempo que necesitase.
Con mi alma desnuda tampoco necesito la ropa.
Estoy viva y voy a disfrutar de ese placer.
Indescriptible mente precioso, transmites muchísimo y de una forma brutal. Creo que muchos hemos sentido algo así... pero no he visto ni leído a alguien que escriba como tú.
ResponderEliminarTe agradezco mucho los cumplidos. Lo cierto es que soy una persona muy sensible y cuando algo me llega intento plasmarlo de forma que cuando lo lea me ponga los pelos de punta y sienta algo parecido a la situación que lo inspiró. Un abrazo :)
EliminarHay baños y llantos que son catárticos.
ResponderEliminarY tanto, sinceramente lo necesitaba; necesitaba explotar en llanto para sacar todo lo malo al exterior.
EliminarEs genial la verdad, cuantas hemos llorado en la bañera mil veces, pero es cierto, sales totalmente reconfortada y con más fuerza y energía para superar lo que venga. Precioso de verdad. Gracias por plasmar lo que muchos sentimos. Saludos!
ResponderEliminarMuchas gracias :) A veces, solo necesitamos pararnos a reflexionar un buen rato y sentir el agua cayendo por nuestra espalda. No me des las gracias, escribir me encanta y además sacar cosas afuera viene bien; es como una especie de autoterapia. Un abrazo!
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