sábado, 13 de julio de 2013

Su piel...

Le esperé aquel día. Sí, con aquella camiseta que tanto le gusta. Puse algo de música y me tumbé en el sofá. Hacía demasiado calor así que abrí una ventana. Aún era temprano.

De repente, llamaron a la puerta. Era él; le gustaba pillarme de improviso. No pude evitar sonreír al verle allí todo despeinado y cansado por la carrera que se había pegado hasta mi casa. Le sorprendí ahora yo con un abrazo antes de que recuperara el aliento; al darse cuenta, me estrechó entre sus brazos y me levantó un poco del suelo ( aunque eso también lo consigue sin tocarme...). Le invité a pasar con un gesto y me sonrió.

Hablamos un poco de todo y de nada. Su mirada... ay, que pierdo la cabeza por esos ojos y más si me miran fijamente. Pero yo ya no podía más, y aproveché un momento de silencio para aparecer sentada en sus rodillas mirándole a los ojos para bajar la mirada a sus labios, esos que tanto me gustan y más si dicen mi nombre. Me miró como agradeciendo que hubiera hecho eso y me besó. Me levantó por los muslos abrazada a su cuello y desaparecimos. No teníamos prisa, que la magia surgiera y lo demás ya lo improvisaríamos...


Va, a quién pretendo engañar. Me quedé allí sola, cantando aquella vieja canción. No iba a venir y tampoco habíamos quedado. Me falta valor y sobre todo para decirle que... "Su piel, que me corro si me roza su piel, ay ay..." 



4 comentarios:

  1. "¿Fumas?"

    ¿Que tendrá esa canción....?

    ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "Pero solo no me sienta muy bien"

      No sé, pero joder... ;)

      Eliminar
  2. XD, me sorprende la forma de soñar que tienes, y la forma de volver a despertar...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya; vuelo demasiado alto y caigo solita, sin que nadie me diga nada...

      Eliminar