Será que siempre nos enamoramos de lo que realmente no queremos. Como si quisiéramos rompernos, vernos arder y luego escarbar en nuestras propias cenizas; escribiendo nombres que aún queman y palabras que carecen ya de sentido alguno.
En los oídos resuenan canciones y poemas de amor, no los quiero; sus astillas se clavan en mi piel. ¿Acaso soportarías mis manías? Si no me entiendo ni yo... Y levanto los brazos; aún creo que son alas. Trato de volar, pero caigo. Aprender a caminar es necesario, y lo hago sobre barro y mierda.
¿Cómo te va? Yo sigo pintando y escribiendo cuando empieza a llover. Llueve por dentro y encuentro pinceladas en mi piel. Camino buscando el fuego; hace demasiado frío. ¿Amaste mis manías?
Ya grité que tengo miedo y nadie respondió a mis preguntas. Abrí las ventanas para buscar las estrellas, pero hasta ellas se esconden de mí. ¿Dónde están los besos? Me dediqué a buscarlos al final de las tazas de café; me ahogué en todas y cada una de ellas...
¿Realmente aprendí? No sé si soy frágil o soy fuerte. No sé si estoy ardiendo o me congelo. No sé si hice lo correcto... No quiero pensar.
¿Te dejaste atrapar? No... eso nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario