sábado, 7 de diciembre de 2013

El despertar

Shhh, no digas nada. Prometo que hoy la voz no me temblará; que diré las cosas claras, no daré rodeos. Solo escúchame y siente... Sabes de sobra que aquel día bastó para que mis ojos no pudieran olvidar los tuyos. Que a partir de entonces, fuiste quien inspiraba cada palabra, cada pincelada, cada trazo. Sonreía con solo pensar en ti y las piernas me temblaban demasiado si te acercabas. Pero ya ha pasado el tiempo suficiente para entender, para abrir los ojos, para comprender que no es el momento, ni el lugar; que no debo esperar. Debo mirar hacia delante y no vivir más estancada en ese pasado que no volverá. Las oportunidades ya pasaron y quizá solo fueron espejismos, pero yo dormía en aquellos sueños hechos de cristal que acabaron por romperse para hacerme caer. Y ahora desperté, lo veo todo claro, sé que tu camino y el mío están lejos, que debo avanzar y me alegraré de saber que te va bien, te abrazaré igual que la primera vez, seguiré deseando tus labios, pero esta vez, sabiendo que hay otros... Quizá en un futuro, nuestros caminos se junten, y entonces yo ya habré crecido lo suficiente como para poder entender que sí, que sí es el momento y el lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario